Cómo deducir gastos del Impuesto de Sociedades
El Impuesto de Sociedades (IS) es el principal tributo al que tienen que hacer frente todas las empresas españolas, y que grava las rentas obtenidas por las personas y demás entidades jurídicas, ya se trate de asociaciones, fundaciones o sociedades.
Este es un impuesto progresivo, ya que el tipo de gravamen varía en función de los beneficios obtenidos por la empresa y se calcula multiplicando los beneficios anuales por el tipo impositivo que le corresponda.
Sin embargo, para este cálculo no es suficiente con tener en cuenta las variables pérdidas y ganancias. Para que la cifra aplicable al IS sea correcta es necesario calcular también la base imponible, que se obtiene realizando una variación sobre los beneficios. Esta modificación consiste en la deducción de una serie de gastos relacionados con la actividad de la empresa y siempre de acuerdo a la Ley.
Condiciones para los gastos deducibles en el IS
Es importante considerar que no todos los gastos de una empresa son deducibles, sino solo aquellos que cumplan los requisitos establecidos por la Ley de Impuestos de Sociedades, y que son los siguientes:
- Figurar como contabilizados, es decir, deben estar reflejados en la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio. Solo ciertas excepciones, establecidas por Ley, pueden aparecer en una cuenta de reservas o incluso estar libres de ser contabilizados.
- Estar justificados, esto es, que los documentos correspondientes justifiquen los gastos, como facturas, recibos, nóminas, etc.
- Estar imputados en el ejercicio correspondiente. Salvo excepciones, estos gastos deducibles se deben imputar dentro del período impositivo en el que se devenguen.
- Correlación con los ingresos, lo que significa que estos gastos deben estar directamente orientados a la obtención de retribuciones, sin que tengan la consideración de liberalidad.
¿Cuáles son los gastos deducibles en el IS?
Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, los gastos deducibles en el Impuesto de Sociedades son aquellos orientados al mantenimiento y funcionamiento de una empresa y relacionados directamente con la obtención de ingresos. No obstante, existen estas otras deducciones que se pueden realizar y que sirven para incentivar el desarrollo de ciertas actividades:
- Actividades de investigación, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+I).
- Creación de empleo e inclusión de trabajadores con discapacidad.
- Inversión en Bienes de Interés Cultural, como la edición de libro o producciones cinematográficas.
- Invertir en la conservación y mejora del medio ambiente.
- Inversión en formación profesional.
Gastos no deducibles en el IS
Al igual que la Ley del Impuesto de Sociedades establece unas condiciones para las deducciones, también ha proporcionado un listado de aquellos gastos que no son deducibles:
- Retribuciones de fondos propios de la sociedad, los dividendos y otras retribuciones que se le hagan a los socios por su participación en el capital social.
- Gastos procedentes del propio Impuestos de Sociedades.
- Multas o sanciones, tanto administrativas como penales.
- Pérdidas en juegos.
- Donativos y liberalidades, en las que no se acredite relación con el gasto y promoción de las actividades.
La importancia de los gastos deducibles
Un buen cálculo de la base imponible y de las deducciones aplicables a cada actividad es fundamental para el correcto desarrollo y balance fiscal de la empresa. Por esta razón es aconsejable recurrir a los servicios de profesionales que proporcionen un asesoramiento especializado y personalizado.