Testamento vital, ¿qué es y dónde hacerlo?
El testamento vital es un documento en el que una persona deja constancia escrita sobre los cuidados y tratamientos que quiere recibir en caso de que una enfermedad la incapacite para expresarlos por sí misma. También conocido como Documento de Instrucciones Previas, permite además decidir sobre el destino del propio cuerpo y sus órganos una vez fallecido.
Se trata, por tanto, de un documento donde una persona, anticipadamente, influye sobre las futuras decisiones asistenciales que tomarán los profesionales de la salud. Ante esta situación, la voluntad del paciente ha de ser respetada en todo momento.
¿Dónde se hace el testamento vital y cuándo adquiere validez?
Con el fin divulgar las instrucciones, el testamento vital debe inscribirse en el Registro de Instrucciones Previas de cada Comunidad Autónoma. Además, existe un Registro Nacional de Instrucciones Previas (RNIP), donde se depositan los documentos remitidos por las autonomías, para darlas a conocer en todo el territorio.
Cada Comunidad Autónoma tiene su propia regulación, pero básicamente existen tres formas de realizar el Documento de Instrucciones Previas:
- Ante un notario
- Frente a tres testigos, que deben firmar, y no pueden tener relación de parentesco directa ni tampoco económica con el sujeto.
- Ante el personal del Registro autonómico.
Las condiciones para otorgar este documento son haber alcanzado la mayoría de edad, realizarlo libremente sin coacción y encontrarse en pleno uso de las facultades mentales. En el caso de los mayores de 16 años y menores de 18 pueden hacerlo si ya no están sujetos a la patria potestad de sus padres.
El testamento vital adquiere validez en el momento mismo en que se redactan las voluntades. No obstante, todo lo declarado en este escrito puede modificarse o anularse en cualquier momento. En el primer caso, hay que volver a otorgar un nuevo documento bajo el mismo procedimiento que el anterior. En el segundo caso, es necesario recuperar y destruir el escrito original y todas sus copias.
La facilidad del procedimiento y los beneficios que supone establecer voluntades anticipadas hacen que el testamento vital sea altamente recomendable. No obstante, es aconsejable revisarlo cada cierto tiempo para comprobar que su contenido continúa estando acorde con las convicciones de su autor.